¿Es el ángel custodio un dogma de fe?
Pues parece que no… Pero sí forma parte de la doctrina de la Iglesia
Hace unos días estuve discutiendo con un amigo sobre la “existencia del ángel de la guarda”, en concreto, sobre qué posición tiene la Iglesia Católica al respecto. Y la verdad es que no llegamos a ninguna conclusión demasiado clarividente. Si uno quiere ponerse meticuloso, la “existencia” de dichos acompañantes angelicales podría no ser tan evidente a la luz de los términos que los constatan.
Por ejemplo, si acudimos a la Enciclopedia Católica1, en ella encontramos lo siguiente:
La Iglesia nunca ha definido que toda alma individual tiene un ángel de la guarda, y, por consiguiente, no es un artículo de fe; pero es la “opinión de la Iglesia”.
Si bien la Enciclopedia Católica cuenta con una alta credibilidad y es una valiosa herramienta de referencia, es importante recordar que no fue redactada directamente por el Magisterio de la Iglesia. Además, su contenido original fue escrito alrededor de 1912, por lo que refleja el contexto histórico y teológico de su tiempo.
Para asegurarnos de tener una visión más doctrinal y actualizada, debemos acudir al Catecismo de la Iglesia, donde se nos dice lo siguiente sobre el ángel custodio:
336. Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. "Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida" (San Basilio Magno, Adversus Eunomium, 3, 1: PG 29, 656B). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
Aunque es cierto que se trata de una definición bastante contundente, no encontramos en ninguna parte que tal afirmación sea un dogma. Es importante tener en cuenta que cuando en el Catecismo se hace referencia a un dogma, se menciona explícitamente (e.g):
251. Para la formulación del dogma de la Trinidad, ….
491. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX.
O incluso respecto la existencia general de los ángeles:
328. La existencia de seres espirituales, no corporales, que la sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.
Se utiliza la expresión verdad de fe, ya que se declaró dogma En el Concilio IV de Letrán, en 1215.
Por lo tanto, podemos afirmar que el ángel de la guarda, si bien se concibe en la doctrina de la Iglesia, no es un dogma de fe.
A partir de aquí, uno se podría preguntar qué diferencia existe entre los términos dogma y doctrina, o también, qué nivel de relevancia tiene cada uno.
Jimmy Akin2, lo explica muy bien en uno de sus artículos, y es que la forma de usarlos, generalmente puede inducir a cierta confusión. A continuación os dejo un resumen de las premisas y las conclusiones que el autor recoge.
Doctrina vs Dogma
Si bien el origen de las palabras dogma y doctrina no arrojan mucha luz al asunto:
Dogma: Viene del griego y significa opinión.
Doctrina: Viene del latín y significa enseñanza.
Debemos analizar estas palabras en el seno de la Iglesia Católica, es decir, tenemos que entender qué significan en jerga eclesial. Para ello podemos buscar en el Glosario del Catecismo3:
DOCTRINA/DOGMA: Las enseñanzas reveladas de Cristo que son proclamadas por el máximo ejercicio de la autoridad del Magisterio de la Iglesia. Los fieles están obligados a creer las verdades o dogmas contenidos en la Revelación divina y definidos por el Magisterio (88).
A simple vista nos damos cuenta de que se usa la misma definición para ambas palabras… Pero como Jimmy nos indica, si bien podrían significar lo mismo en algunos contextos, es fácil demostrar a partir de documentos contemporáneos de la Iglesia, que también se usan de manera diferente.
La definición del glosario nos remite al párrafo 88 del Catecismo, que dice:
88.El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación divina o verdades que tienen con ellas un vínculo necesario.
Encontramos así una definición básica de lo que son los dogmas: verdades contenidas en la revelación divina y que han sido propuestas por el Magisterio en una forma que obliga al pueblo cristiano a una adherencia irrevocable de fe.
Si bien en el glosario del Catecismo se sugiere que los términos 'doctrina' y 'dogma' pueden usarse como sinónimos, al tener en cuenta esta última definición y al revisar otros documentos, vemos que este no siempre es el caso.
Por ejemplo, el Código de Derecho Canónico establece:
Can. 749 §3. Ninguna doctrina se entiende como definida infaliblemente a menos que esto sea manifiestamente evidente.
Esto indica un uso más amplio del término "doctrina", ya que todos los dogmas están definidos infaliblemente. Sin embargo, aquí se indica que existen doctrinas que no deben ser consideradas como definidas infaliblemente.
Lo mismo se indica en unos cánones más adelante:
Can. 752. Aunque no sea un asentimiento de fe, debe darse una sumisión religiosa de la inteligencia y la voluntad a una doctrina que el Sumo Pontífice o el colegio de obispos declara sobre la fe o las costumbres cuando ejercen el magisterio auténtico, incluso si no tienen la intención de proclamarla por acto definitivo; por lo tanto, los fieles cristianos deben tener cuidado de evitar aquellas cosas que no estén de acuerdo con ella.
La infalibilidad de la Iglesia se activa cuando el papa o el colegio de obispos proclaman una doctrina de fe o costumbres por un acto definitivo (CIC 749 §1-2), por lo que nuevamente tenemos una indicación de que el Magisterio puede proclamar "una doctrina... sobre la fe o las costumbres" de manera no infalible y, por lo tanto, no dogmática.
Así pues , parece que hay algunas doctrinas que caen en el ámbito del dogma y otras que no, ya sea porque no son proclamadas infaliblemente por la Iglesia o porque no son proclamadas infaliblemente como divinamente reveladas.
Entonces… ¿Debemos creer en el Ángel de la Guarda?
Pues como ya hemos explicado, la existencia del ángel custodio no es un dogma de fe, es decir, no es una definición infalible y definitiva de la Iglesia Católica; aún así, forma parte de su doctrina.
Como católicos, deberíamos aceptarlo en conformidad con el Magisterio de la Iglesia, pues, aunque no se ha estipulado explícitamente, existen fundamentos y evidencias suficientes para que la Iglesia lo considere doctrinal. Además, es importante tener en cuenta que, en muchas ocasiones, los dogmas se expresan en contextos controvertidos debido a malentendidos que puedan haber surgido o abusos doctrinales. En este caso, la Iglesia seguramente no lo ha considerado necesario o no cree tener una 'revelación' lo suficientemente clara como para emitir una declaración formal e indiscutible.
Por lo tanto, sí, podemos decir que el ángel de la guarda existe. Quizás no sea como muchos lo imaginamos, ni se nos exija un trato especial hacia él, pero está ahí, a tu lado, todos los días, riéndose de ti constantemente.
El famoso intelectual franco-inglés Hilaire Belloc, amigo personal del G.K. Chesterton, se refirió a dicha enciclopedia como “una de las más poderosas influencias trabajando a favor de la verdad”. (En español: Enciclopedia Católica)
Teólogo y apologeta católico, miembro principal de Catholic Answers. Te animo a que busques alguno de sus debates en internet.
Este glosario ha sido preparado por el arzobispo William J. Levada, quien fue miembro del Comité Editorial de la Comisión Especial de la Santa Sede para el Catecismo de la Iglesia Católica.